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Una tarta bien empaquetada siempre es un regalo bien recibido: ya sea una tarta para llevar a una cena o una bandeja de bollería para la comida del domingo, los soportes para tartas y las tablas para tartas son elementos imprescindibles para presentar tus tartas con elegancia y protegerlas durante el transporte.
Los soportes para tartas, o tablas para tartas, son soportes rígidos que se han hecho cada vez más populares en los últimos años, especialmente entre los aficionados al diseño de tartas, para apoyar y presentar tartas de forma profesional. Generalmente están hechos de cartón y pueden ser de diferentes tamaños y formas, por ejemplo, redondos, cuadrados o rectangulares. Las bases para tartas son perfectas para apoyar tartas planas: de esta forma sus creaciones no se deformarán ni se romperán debido al peso entre un estante y otro.
En creaciones complejas o tartas de varios pisos, los cake designers y aficionados a la repostería cubren la capa inferior con pasta de azúcar para ocultar la base de cartón y hacer la tarta más homogénea y elegante. A continuación te explicamos cómo hacerlo:
En función de la forma y el tamaño de la tarta inferior elegiremos también el portapasteles. El porta tartas es un envase que sirve para transportar tartas y dulces sin estropear su forma y decoración. Pueden ser de diferentes tamaños y dimensiones: normalmente se eligen estuches para tartas con asa para hacerlos más manejables y cuadrados ya que en ellos caben las formas más diversas.
Los estuches para tartas tienen varias características que los hacen ideales para transportar y guardar tartas, por ejemplo:
Los portapasteles, ya sean de cartón o de plástico, permiten guardar pasteles durante varios días en la nevera o en la despensa. Estos accesorios son muy útiles en la cocina para dar rienda suelta a la imaginación y servir hasta los pasteles más sencillos de forma elegante y sofisticada.
Portapasteles