Termómetros

En el mercado se pueden encontrar muchos tipos de termómetros de cocina: desde termómetros para frigorífico, pasando por termómetros para horno, hasta termómetros para alimentos como termómetros para caramelos o phmómetros. Termómetros de cocina sirven para controlar la temperatura del frigorífico o del horno para que el almacenamiento y la cocción de los alimentos no se vean comprometidos: te ayudarán a protegerte a ti y a tus clientes de la contaminación de los alimentos. Termómetros para alimentos son especialmente útiles para recetas que requieren temperaturas precisas durante la preparación, por ejemplo al hacer caramelo o atemperar chocolate.

TIPOS DE TERMÓMETROS DE COCINA

Los termómetros para frigoríficos pueden ser digitales o analógicos y se utilizan para controlar la temperatura del interior del frigorífico y/o congelador. Es importante mantener los alimentos a una temperatura óptima, normalmente 4,4 grados centígrados o menos, para asegurarse de que se mantienen frescos y libres de bacterias. Aunque muchos frigoríficos están equipados con termómetros integrados, es aconsejable utilizar también un termómetro externo, especialmente en cocinas grandes como las de restaurantes o panaderías. Algunos termómetros externos para el frigorífico están equipados con dos sensores para controlar de forma inalámbrica tanto el frigorífico como el congelador al mismo tiempo. Además, pueden disponer de alarmas sonoras que avisan cuando la temperatura sube o baja de la temperatura programada.

Termómetros externos para frigoríficos

Los termómetros de horno se utilizan para medir la temperatura dentro del horno y obtener una lectura más precisa de la temperatura interna. Estos termómetros pueden ser analógicos o digitales y pueden colocarse dentro del horno ya que están diseñados para soportar altas temperaturas. Algunos termómetros vienen con un clip o soporte que permite colocarlos en la rejilla o colgarlos en la puerta del horno. Los termómetros de horno son una herramienta esencial para garantizar que los alimentos se cocinan a la temperatura correcta, lo cual es importante para la seguridad alimentaria y para conseguir los resultados deseados.

TERMÓMETROS PARA ALIMENTOS

Existen diferentes tipos de termómetros alimentarios destinados a usos más o menos generales. Los termómetros de sonda para cocina pueden utilizarse para asar a la parrilla, en la cocina, en el horno o en un ahumador y se utilizan para medir la temperatura interna de los alimentos, especialmente de la carne, para garantizar que se cocinan de forma adecuada y segura. Los termómetros de sonda se introducen en la parte más gruesa de la carne para garantizar una lectura precisa y exacta, asegurando una cocción óptima y reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Algunos termómetros para alimentos tienen una sonda de alambre que puede introducirse en el alimento y dejarse en su sitio durante la cocción, lo que permite controlar la temperatura sin necesidad de abrir el horno o el grill.

Termómetros de sonda

TERMÓMETROS PARA ALIMENTOS

El termómetro de pH alimentario puede utilizarse para medir la cantidad de acidez de un alimento utilizando una escala numérica entre 1 y 14: concretamente, mide la actividad de los iones de hidrógeno en soluciones acuosas, indicando su acidez o alcalinidad. Un medidor de pH alimentario permite controlar con precisión los más mínimos cambios en el valor del pH del producto durante el proceso de fermentación y se utiliza, por ejemplo, en la producción de cerveza o de masa madre: este instrumento es esencial en la preparación de alimentos para el comercio. Controlar el pH de los productos alimenticios durante la producción es esencial para producir alimentos seguros y de alta calidad. Para medir el pH de un producto alimenticio, se utilizan electrodos como sondas: se sumergen en soluciones de prueba y se mantienen en su interior el tiempo suficiente para que los iones de hidrógeno de la solución interactúen con el electrodo de pH2. La temperatura puede afectar a las lecturas de pH, por lo que el pHmetro debe calibrarse a la misma temperatura que las muestras que se van a analizar.

En el mercado existen termómetros para alimentos específicos, como el termómetro de caramelo o termómetro de caramelo. El termómetro para caramelo es largo y estrecho y puede ser útil para medir la temperatura del azúcar hirviendo, el aceite, las salsas y los jarabes: es similar a un termómetro para carne, pero puede leer temperaturas más altas, normalmente 400 °F/204 °C o más. Los termómetros para hacer caramelo pueden ser analógicos o digitales y están equipados con un clip que se sujeta a la olla: esto permite dejar el termómetro en el líquido y mantener la temperatura bajo control. Con este termómetro evitas que el caramelo se queme, algo que suele ocurrir cuando caramelizas azúcar y no tienes las herramientas adecuadas, y consigues un caramelo perfecto para tus postres.

Si tienes dudas, estamos a tu disposición: te ayudaremos a elegir el termómetro alimentario perfecto para tus necesidades y para tu cocina.

Termómetro para caramelo

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