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El olor a pan recién horneado siempre atrae a muchos clientes a la tienda, sobre todo cuando invade las calles a primera hora de la mañana. Pero hornear un buen pan también requiere las herramientas adecuadas.
¿Pequeña y compacta o grande y ligera? Elegir la pala de horno que mejor se adapte a sus necesidades entre los distintos modelos disponibles es crucial si necesita hacer un uso profesional de ella en un horno o panadería.
Para satisfacer las diferentes necesidades de los panaderos, en el mercado se pueden encontrar palas de panadería fabricadas con distintos materiales. Entre los más comunes se encuentran:
- Acero inoxidable. Las palas de repostería de acero inoxidable son las menos demandadas porque tienen un peso importante y corren el riesgo de incomodar al panadero a la hora de hornear o sacar sus preparaciones del horno.
- De aluminio. Las palas de aluminio para hornear son las más populares en las panaderías, ya que son ligeras y fáciles de manejar, además de muy resistentes a la corrosión y al desgaste. Además, las palas de aluminio son muy fáciles de limpiar y permiten al panadero garantizar en todo momento una excelente seguridad higiénica para sus clientes.
- De madera. Tradicionales y clásicas, las palas de madera para panadería son ligeras, muy duraderas y, en términos de sabor, dan al pan un toque más rústico. Sin embargo, estas palas requieren más cuidado y atención durante su limpieza, ya que pueden acumularse bacterias o formarse moho en el grano: es importante mantener las palas de madera secas y limpias después de cada uso.
Además del material, la forma de tu pala de repostería también puede marcar la diferencia, por ejemplo:
- Forma de la pala. La mayoría de las palas tienen una hoja plana, pero puede encontrar algunas en el mercado con una hoja ligeramente inclinada o curvada para facilitar el deslizamiento del pan y los bollos. Una hoja grande es útil para levantar barras de pan grandes, por el contrario, una hoja más pequeña es útil para bollos y brioches pequeños. Otro detalle al que hay que dar importancia es el grosor de la cuchilla, ya que puede ayudar a dar más estabilidad a la hora de sacar y meter el pan en el horno.
- Dimensiones. Las palas de hornear pueden tener diferentes tamaños. Generalmente, las palas más grandes son adecuadas para hornos profesionales, ya que tienen que sostener una mayor cantidad de pan, mientras que las palas más pequeñas se pueden utilizar en hornos domésticos o pequeños.
- Mango. Por último, la forma del mango es importante para garantizar un agarre cómodo, estable y seguro. Los mangos largos son útiles para mantener cierta distancia del operario con respecto al calor del horno. Además, materiales como la madera y el plástico no conducen el calor, lo que limita el riesgo de quemaduras.
Para que la pala de panadería le resulte cómoda mientras trabaja, debe elegir el material y el diseño en función de sus necesidades de panadería y repostería.
Las palas de pan, también conocidas como palas de pan o palas de horno, suelen ser de madera o metal y se utilizan para cocer y hornear pan en hornos de leña e industriales. Las palas de hornear tienen una larga historia a sus espaldas: los primeros panes se horneaban sobre piedras calientes o directamente sobre brasas, lo que hacía muy difícil manipular el pan sin quemarse. Para facilitar su trabajo y evitar quemaduras innecesarias, los primeros panaderos empezaron a desarrollar y perfeccionar herramientas y técnicas cada vez más eficaces para la cocción del pan.
Los egipcios fueron los primeros en utilizar palas de horno para cocer hogazas en pequeños hornos domésticos y así disponer de grandes cantidades de pan para servir en los banquetes. Fue en la Edad Media europea, cuando empezaron a difundirse los primeros hornos dedicados a la cocción, cuando las palas de horno empezaron a utilizarse más comúnmente. Las primeras palas de hornear eran de madera y tenían una forma parecida a la moderna. Aún hoy, las palas de hornear de madera siguen siendo de las más compradas, pero, en comparación con las primeras palas, son más largas y gruesas para poder hornear panes más grandes y en mayor cantidad.